Poncarale

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Formaban el municipio de Poncarale dos barrios de viviendas separados, pero hoy no hay solución de continuidad entre Poncarale y su distrito (Borgo). Existen, sin embargo, dos comunidades parroquiales diferentes  que, en parte, hacen justicia al deseo de la autonomía del Distrito (Borgo) hacia el centro. Si la colocación de la sede municipal dependiese del peso demográfico, en vez de los acontecimientos históricos, se podría decir que, desde el dominio de Venecia hasta nuestros días, la llamada fracción ha igualado siempre, incluso superado, al centro, Poncarale. En el 1580 Borgo contaba con 300 habitantes, en el 1658 tenía 425 contra los 350 de Poncarale; en 1852 Borgo con sus 650 habitantes superaba Poncarale que tenía 482: actualmente seremos alrededor de 1600 habitantes  entre los dos sitios. Bajo esta situación, al inicio del siglo pasado algunos separatistas hicieron sonar su voz y continuaron hasta el 1923, cuando, en enero, entre los pueblos opuestos se desencadenó una lucha violenta; pero todo quedó como antes. Incluso, con el Real Decreto del 11 de Noviembre del 1928, en Poncarale también estaba agregado el munipio de Flero; disturbios y otras protestas, pero todo se tranquilizó con la intervención de los carabinieri (oficiales de la policía). Flero volvió a ser municipio autónomo en 1956.

Moviéndose sobre la misma zona del territorio municipal se pueden encontrar los signos antiguos de una vieja agricultura en los cortijos de Ferramondine, en el pajar Mazzola y en el Teatro. Más fértil la campiña del Borgo con estructura agrícola cuyos nombres se derivan de las familias nobles que se establecieron en esta tierra en los siglos XV-XVI: son  los dos Berteroni, il Finiletto, il Malfatto, il Bona, l’Emilia, la Nassina y la Monfanina. Estas presencias son debidas a los feudos que el Capitolio de la Catedral, el Comedor Episcopal y el Monasterio de San Padro en Oliveto, propietarios de la mayor parte de las tierras, han hecho para las familias de los ciudadanos patricios (de Venecia), que eran: Poncarali, Avogadro,  Bornati,  Mazzola,  Moro,  Calini,  Emili, Gallo y  Nassini.

“Las posesiones son algunas mediocres y otras buenas, y todas de los ciudadanos, quedando a los campesinos una parte de muy poca consideración” Esta frase de “Catastico” de Giovanni da Lezze (1609-10) deduce que los habitantes de Poncarale, 400 en total “sin ganancias” y distribuidos en setenta familias, tenían poquísima tierra a disposición y debían trabajar aquellas de las  bien merecidas familias nobles capaces de unir el amor a la tierra y la vida simple del campo”, como escribe, con sentido antiguo de reverencia a los nobles, el difusor de la voz “Poncarale” sobre la enciclopedia bresciana.

Símbolo de este amor por la tierra es Agostino Gallo (1499-1570). Nacido en Cadignano, de familia adinerada, se dedica a los estudios en Verolanuova y en Quinzano; en la ciudad frecuenta a Giacomo Chizzola, a los Averoldi y a los Luzzago. En 1520 conoce a Angela Merici y en el 1532, depués de hacerse amigo de Girolano Emiliani, crea con él centros caritativos y un orfanato. A pesar de la dedicación en estos centros caritativos se ocupa de sus negocios: en 1530 había vendido sus tierras de Cadignano para comprar en Malpaga de Calvisano. En 1531 se acomoda definitivamente en la ciudad, en el vicolo San Clemente, al lado a su amigo el pintor Alessandro Bonvicino llamado el Moretto; cuando el pintor murió, Agostino Gallo se convirtió en el tutor de sus hijos y de su testamento.

En 1534 compra, en aquél Borgo de Poncarale, una propiedad de 263.500 metros cuadrados “de buena tierra para el arado” y una casa para él y para el agricultor, que deberá trabajar la tierra. Se dedica a profundizar sus estudios de agronomía enriqueciendo así su experiencia obtenida en la empresa de su padre y poco a poco en sus granjas compradas en las bajas tierras. Enseñanzas derivadas de la antigüedad y  sugerencias provenientes de otros agrónomos han permitido crear un modelo de negocio en el cual se crean cultivos alternativos y la producción aumenta.  Hasta el 1556, año en el cual vende la propiedad y se dedica a aquello que lo hará famoso, las “”Dieci giornate della vera agricoltura e piaceri della villa” (1564), “Diez jornadas de la verdadera agricultura y placeres de la villa” (1564), que llegarán a ser  en 1566  Trece y en 1569  Veinte. Su fama se extiende entre lo nobles propietarios, pero más que sus consejos sobre el campo seguían su obra de los placeres de la villa; los pequeños cultivadores, muy apegados a las antiguas tradiciones agrícolas, a los cuales se dirigía, sin embargo en el mismo periodo, la obra “Ricordo d’agricoltura” del Tarello, dejaron caer los consejos del Lonatese, que encontraron mayor suerte en los pueblos del norte de Europa.

No obstante la presencia de Agostino Gallo y de tanta  nobleza sobre las tierras no eran grandes ventajas para la gente de Poncarale; escribió el Guerrini: “La historia civil y económica no ha salido nunca del único y lento camino de la vida de un pequeño centro agrícola, etc”. Que el camino haya sido lento se puede compartir, pero que haya sido también tranquilo…..El nacimiento y el desarrollo de la alianza campesina y la presencia, desde finales del siglo XIX, de un núcleo socialista significa que siglos de sumisión y obediencia a los propietarios había estimulado el sentido de la dignidad humana, incluso en aquellos que habían sido siempre considerados “menos” hombres o pardillos por naturaleza.

Sobre el territorio del pueblo, en la taberna de las “Chiaviche” dirigida por el Moro, tuvo lugar la famosa “paz de Bagnolo” del 4 al 7 de agosto de 1484, estando presentes los principales capitanes de aquel tiempo, el duque de Calabria y Lodovico il Moro, R.Gonzaga etc. Todavía hoy  se conserva una placa descolorida que  conmemora el hecho.

Y si otros personajes y hechos vale la pena de recordar es bueno hablar de las dos hermanas Girelli, benefactoras que el pueblo no olvida y también el patrimonio artístico en la parroquia del Borgo, que incluía entre sus pinturas un San Rocco del Moretto (1498-1554), una pala de G.Rottini (1797-1858) y una Madonna con Bambino del Lazzarini (1710-1801).

Poncarale comparte con Capriano del Colle la ligera altura del Monte Netto y sobre sus laderas a los nobles les gustaba practicar la caza del zorro y medirse en duelos hípicos; más cerca a nosotros, animadas brigadas recorrían los estrechos callejones como tradición en octubre donde se degustaba polenta (tipo de maíz machacado) y pájaros, acompañado con vino tinto típico del Monte Netto.

Los vinos rojos, han obtenido la denominación de origen controlada (doc).

 

Un pueblo en  nombre a la gente

Óscar, personal del municipio de Poncarale, y también es el que cuida el cementerio, abre, cierra y, sobretodo, escucha los miles de recuerdos y anécdotas que le cuentan las viudas mientras ponen las flores en las tumbas o riegan las macetas que, con amor, han colocado sobre las tumbas de sus pobres maridos. Ha recogido, de esta manera, la memoria del pueblo; es el guardián y el pregonero además de un verdadero aficionado. A su cargo están los apodos que se pusieron en el cementerio,  “i tè ‘mpìs la luce e i brüša i lümì“, como dice en su poesía.  Estos difuntos “i g’à fat en tòch de stória de Poncaràl” y nosotros estamos aquí para recordarles.

Los apodos de Poncarale se pueden resumir por categorías y por ámbito semántico, comenzando por el mundo animal. Se recuerdan la Gata, e Lardo (tanto va la gatta al lardo…); una vaga reminiscenza animalesca è insita inScròfi; sul Dòs abitavano èl Cucoèl Paù e Póla. Lungo i Stradèi c’erano Muschì, la Micia e Galina. TambiénSorèch, llamado, en dialecto para distinguirlo del Topo (ratón), que sería lo mismo dicho más elegante. El barbero de Vicolo Chiuso era apodado Pulce.

También el mundo vegetal ha sido involucrado en los apodos. Se encuentran, por ejemplo, Gèpi Mélaèl Patatì,CéciPomèlaèl FichSöcaPirulì e Saréša.

Un sector específico, presente en todos los pueblos, es aquél reservado a los apodos derivados de la actividad de la familia, de algún antepasado o del propio personaje al cuál eran encajados. Se encuentran, así, èl Maresiàlèl Faturì,èl Scarpulìèl Fatorèl Ströt Marengùèl CursùrMia Biólca e la Stradina, i Molenér e Maistrina.

Incluso las herramientas de trabajo podían servir como apodos: SochètaSecètSpenèlRampìTre-èlaRàsega,CanèlaManaraPodèt e CiótMoscaröra e èl Bulì. O también muchos objetos concretos de la vida cotidiana: Butù,FanàlBalòt e PlòchPi-utìPajalóngaBocàlSalsésaMašènchGèraBalìBescòt, la Bescòta e Spadì.

Las partes del cuerpo y  las funciones relacionadas se han prestado también al uso del apodo:  la Šbaüsina e laPipètaèl BògioStórtèl Barbaèl Bafoèl Barbišùèl Gubìèl Rabìèl BèloNeoèl Cagoèl Nas, la Bafóša,Scapino e Schisa-mucì. Estaban también la Résa e èl Resolòt, además de èl Rós e èl Gris, la Rósa e la Rusina, laBianca e la Négra, la Biónda.

Y luego una larga serie de apodos que sólo Dios sabe lo que significan y de dónde derivan. Eran èl Papìèl Papù eMamù, la Spavalda e èl Fiéro; la Lintinaèl Cinésèl Veneto e ’l Montagnìèl Cèrechèl Fra e èl VèscofLöla eLòlaèl Töta e èl Tóto, la Mócia e èl Mòcièl Cino e la Cinì, la Néne e ’l NinìCavour e CaifaDiaulì e Buda; laCici, la Gége, la Bèsa, la Selgia, la Bisóla, la Lència, la China e la Guèra.

Y además: ’l Carì ’l CiustrìFinaPaì’l CagliérBioSaièl RèLiòtoMustrìèl Pòpo e èl Bòciaèl Nèlo e èl NèliPacètiChicio e Mis-cioTaca e Biöscaèl Bósaèl Trincaèl Còdice e èl Virdo.