Brescia

…RICA EN HISTORIA

Entre las colinas de los Prealpes y la Llanura Padana se puede apreciar la ciudad de Brescia en una posición particularmente favorable para el  asentamiento urbano y las  actividades industriales, el comercio y el turismo. Habitada desde la Edad del Bronce, luego por los Ligurios, después por los Etruscos y a finales del siglo VII a.C. por los Celtas, en el 27 a.C. Brixia conquistó el título de  colonia romana. En el declive del imperio romano se convirtió en capital de un ducado lombardo (s.VII .d.C.) con el Rey Desiderio que fundó el Monasterio de San Salvatore (hoy de Santa Giulia). En sus claustros, Alessandro Manzoni estableció la tragedia “Adelchi”, sobre Ermengarda, la desafortunada hija del rey que fue esposa de Carlo Magno, rey de los Francos, que después conquistará la ciudad. Entorno al año 1000, Brescia se convirtió en municipio libre y participó en la batalla de Legnano contra Federico Barbarossa.

En aquél período uno de sus ciudadanos, el hermano Arnaldo, fue quemado en la hoguera ya que era contrario a la corrupción del clero. Después del 1200 la ciudad fue disputada entre Milán y Venecia. En el 1438 los milaneses asentaron la ciudad y, según la tradición, la aparición de los Santos patrones Faustino y Giovita derrotaron a los soldados enemigos.
En el 1512 también las tropas francesaas de Gastón de Foix se asentaron en Brescia. En este siglo los pintores Foppa, Romanino, Moretto y Savoldo crearon las obras más famosas del Renacimiento bresciano, conservadas en la Pinacoteca Cívica (Galería de arte) y en las iglesias de la ciudad.
Siguió un largo período de paz durante el cual la dominación veneciana favoreció a Brescia en el desarrollo de las actividades agrícolas y artesanales, como la producción de armas que la hicieron famosa en toda Europa. Al final del siglo XVIII las tropas francesas guiadas por Napoleón pusieron fin a la dominación de Venecia: Brescia entró a formar parte de la República Cisalpina y del Reino de Italia. Con la caída de Napoleón, la ciudad pasó a ser dominada  por Habsburgos del Lombardo Veneto y, en el período de resurgimiento durante los Diéz Días de 1849, se levantaron contra los Austriacos y ganaron el nombre de “Leona de Italia”. Después de la unificación del Reino italiano, el bresciano Giuseppe Zanardelli fue varias veces ministro y jefe del gobierno (1901/1903).
En los años 30 con una acción ejemplar de modernización del centro de la ciudad fue inaugurada la plaza de la Victoria, evidencia significativa de las tendencias urbanas del régimen fascista. Después de la segunda Guerra Mundial comenzó un gran desarrollo industrial que situó a Brescia entre las más importantes ciudades italianas para la actividad económica. Entre sus habitantes más ilustres debemos recordar a Giovanni Battista Montini que se convirtió en Papa Pablo VI al cual le ha sido dedicada la plaza del Duomo.
En la era contemporánea, la zona sur de la ciudad, denominada “Brescia due” representa un impulso moderno hacia el futuro.